El era un promiscuo coleccionista nato de princesas que tardó historias en encontrar a su amor .
La primera noche de cada año se ponía guapo y se dirigía a recoger a su princesa .
Se quedaba clavado en el portal de cada una de ellas , correctamente aseado con su traje recién planchado y esa media sonrisa que le caracterizaba .Cada año una princesa diferente pero siempre princesas , delgadas o gordas , pelirrojas rubias o morenas
El siempre puntual , como un soldadito de plomo en posición .
Observaba como esas tontas preciosas princesas se ponían más preciosas aún para el , para que su principe internacional que a las doce de meses posteriores se convertiría en rana , les recordase lo princesas que eran .
Ellas bajaban decididas la escalera , a paso lento pero firmes y decididas ya que sabían que abajo estaría ese principe internacional esperándolas .
Ellas al llegar al ultimo escalón le sonreían y posaban para ese principe anonadado .
Con sus zapatitos nuevos su vestido nuevo , y correctamente maquilladas para la ocasión , le plantaban un dulce beso real en en los labios .
Y la promesa al oído de que la sorpresa de encaje rojo llegaría después de la fiesta .
¿Quien no quiere sentirse princesa alguna vez?
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